Resolución del OLG de Brandeburgo del 19.03.2024, Az.: 3 W 28/24
Depresión y adicción al alcohol no conducen automáticamente a la incapacidad para testar. Esto fue señalado por el OLG de Brandeburgo en su resolución del 19 de marzo de 2024 (Az.: 3 W 28/24).
Las enfermedades psicológicas graves pueden llevar a que la capacidad de testar no esté garantizada. Según el § 2229 Abs. 4 BGB, existe incapacidad para testar cuando el testador, debido a la enfermedad, no es capaz de comprender el significado de una declaración de voluntad y actuar conforme a esta comprensión. Sin embargo, esto no significa que una enfermedad psicológica grave conduzca inevitablemente a la incapacidad para testar, según explicó la firma MTR Legal Rechtsanwälte, que asesora, entre otros, en derecho sucesorio.
En el caso presente, el OLG de Brandeburgo tuvo que decidir si el testador era capaz de testar. Este había dispuesto en marzo de 2020 mediante un testamento manuscrito que su hijastra heredara “todas sus posesiones”. Entre estas, además del saldo de la cuenta, se incluían propiedades y un jardín con bungalow.
El testador sufría de severas depresiones
El testador ya estaba gravemente enfermo en ese momento. Además de diversas dolencias físicas, sufría de severas depresiones hasta llegar a un trastorno bipolar. También era alcohólico y llevaba años recibiendo tratamiento especializado.
En julio de 2020, aproximadamente cuatro meses después de redactar el testamento, el testador se suicidó. En su carta de despedida escrita tres días antes, dejó en claro que había planeado cuidadosamente esta decisión. En una carta de despedida anterior, fechada el 1 de abril de 2020, había señalado que sus enfermedades lo habían llevado a la decisión de suicidarse y que antes del suicidio solo quería resolver sus asuntos hereditarios.
¿Incapacidad para testar debido a enfermedades mentales?
Tras la muerte del testador, la hijastra solicitó un certificado de herencia que la designara como única heredera. Sin embargo, la hermana del testador se opuso argumentando que su hermano, debido a sus enfermedades mentales, no era capaz de testar y que, por tanto, el testamento era inválido.
El tribunal de sucesiones otorgó el certificado de herencia tras consultar al médico tratante y obtener un informe pericial sobre la capacidad de testar del testador. Según la evaluación del médico tratante, el testador entendía la envergadura de su decisión y era capaz de testar. Esta apreciación fue respaldada por el informe pericial. La perito indicó que, a pesar de las enfermedades, no había indicios de que el testador no pudiera comprender el significado de la declaración de voluntad emitida. Al contrario, había planificado el asunto hereditario, como indicó también en su carta de despedida.
OLG Brandeburgo: No hay incapacidad para testar
La hermana del testador recurrió contra la decisión del tribunal de sucesiones. Sin embargo, su apelación no tuvo éxito ante el OLG de Brandeburgo. El OLG dejó en claro que solo existe incapacidad para testar cuando el testador, debido a trastornos patológicos de la actividad mental, debilidad mental o trastornos de la conciencia, no es capaz de comprender el significado de su declaración de voluntad y calcular su alcance.
La adicción al alcohol del testador por sí sola no justifica la incapacidad para testar. Solo se puede suponer la presencia de un trastorno patológico de la actividad mental debido al alcoholismo cuando el deterioro de la personalidad debido a la adicción alcanza el valor de una enfermedad mental, debilidad mental o trastorno patológico de la capacidad mental, según el OLG. No había indicios sólidos de que el testador estuviera tan alcoholizado al momento de redactar el testamento que su capacidad de testar hubiera sufrido. El texto estaba escrito de manera fluida, coherente en su contenido y con letra firme. Ni la apariencia de la escritura ni el contenido indicaban ninguna afectación de las capacidades mentales del testador, señaló el OLG.
Tampoco se podía asumir que la enfermedad maníaco-depresiva hubiera afectado la capacidad de testar del testador. Aunque las depresiones podrían conducir al menos temporalmente a la incapacidad para testar, no era el caso del testador según el informe pericial, añadió el OLG. Por tanto, el testamento es válido.
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