El aumento de los precios de la energía supone un gran desafío financiero para muchas empresas. Los directores generales deben tener en cuenta que una solicitud de insolvencia debe presentarse a tiempo.
Según el derecho societario, los directores generales u órganos directivos están obligados a presentar una solicitud de insolvencia de inmediato, a más tardar dentro de tres semanas, al entrar en estado de insolvencia. Las razones para la insolvencia son el sobreendeudamiento o la incapacidad de pago de la sociedad. Si no se presenta la solicitud de insolvencia a tiempo, el director general u órganos directivos son responsables.
Durante la pandemia del coronavirus, la obligación de solicitar insolvencia estuvo temporalmente suspendida. Actualmente, muchas empresas enfrentan nuevos y difíciles desafíos debido a las cadenas de suministro interrumpidas y los altos precios de la energía. Sin embargo, actualmente no hay una nueva suspensión de la obligación de solicitar insolvencia. Debido al alto riesgo de responsabilidad, se debe verificar a tiempo si existe causa de insolvencia y si se debe presentar la solicitud de insolvencia, dice el abogado Michael Rainer, contacto para derecho societario en MTR Rechtsanwälte.
Al entrar en estado de insolvencia o sobreendeudamiento, existe la obligación de presentar una solicitud de insolvencia. La incapacidad de pago existe cuando los fondos líquidos ya no son suficientes para cumplir con las obligaciones de pago.
Lo decisivo para el vencimiento del pago es un acuerdo de vencimiento o una disposición legal correspondiente. Una manera de posponer el vencimiento es la prórroga. Mediante una prórroga, se puede evitar el ingreso en estado de insolvencia. Es importante que para una prórroga no necesariamente se deba llegar a un acuerdo con el acreedor, también puede realizarse de manera tácita. Según la jurisprudencia común, existe una prórroga tácita cuando falta una exigencia seria de la deuda por parte del acreedor.
Existe sobreendeudamiento cuando el patrimonio de la sociedad ya no cubre las responsabilidades, a menos que la continuación de la empresa sea predominantemente probable.
Para evitar un inminente sobreendeudamiento, la sociedad tiene varias opciones. Así, puede evitar que se produzca el sobreendeudamiento mediante el aporte de nuevos fondos propios. Otra opción es la conversión de deudas en capital propio en forma de un llamado canje de deuda por capital (Debt-Equity Swap). Es decir: el acreedor aporta sus demandas como capital propio y así provoca un aumento de capital. Asimismo, la renuncia a la demanda por parte de un acreedor puede evitar el sobreendeudamiento.
Abogados experimentados en derecho de insolvencia y derecho societario asesoran en la prevención de la insolvencia.