La sucesión empresarial no es sencilla para muchas empresas medianas. Según un estudio de KfW, para 2025, alrededor de 465,000 empresas medianas enfrentarán el cierre del negocio.
Las razones para los cierres de negocios anticipados hasta finales de 2025 son diversas. Según el estudio de KfW, alrededor de 266,000 propietarios planean cerrar el negocio sin buscar una solución de sucesión. Los otros 199,000 propietarios están interesados en continuar la empresa después de su salida. Sin embargo, encontrar un sucesor empresarial adecuado es un desafío.
Las razones de esto son variadas: los familiares a menudo no están interesados en tomar el control del negocio cuando el propietario desea jubilarse y los compradores potenciales actualmente son más reservados. Además, las actuales condiciones económicas son difíciles. Según la firma legal MTR Rechtsanwälte, es aún más importante comenzar con la planificación de la sucesión empresarial con anticipación.
Especialmente en las empresas familiares, a menudo existe interés en organizar la sucesión internamente. Si hay un sucesor adecuado, la transición debería ser lo más fluida posible. Esto generalmente incluye asegurar el sustento financiero del propietario saliente. También deben tenerse en cuenta las reclamaciones de los herederos marginados. En este caso, debe garantizarse una compensación adecuada. Además, deben considerarse las disposiciones del contrato social que pueden oponerse a la planificación de la sucesión.
En la donación de activos empresariales, es también esencial observar las regulaciones fiscales, las reglas de exención y preservación.
Si no hay un sucesor adecuado dentro de la familia, también es posible la venta al propio equipo de gestión o a inversores externos. Aquí, el propietario debe preparar minuciosamente la venta para obtener un precio adecuado y minimizar los riesgos de responsabilidad derivados de la venta empresarial.
La sucesión empresarial representa un desafío complejo donde, además de todas las consideraciones económicas, deben tenerse en cuenta aspectos fiscales, societarios y de derecho sucesorio. Existen márgenes de maniobra que pueden ser utilizados de manera eficiente con un asesoramiento legal bien fundamentado.